Por: Olga Silva
Fuente: Salud y Medicinas.com
La temporada de calor invita a las comidas frescas, que nutran, al tiempo que deleiten al paladar, razón por la cual las ensaladas son el platillo más recurrente. Sin embargo, puede parecer que los sabores se repiten cuando en realidad el toque innovador puede darlo el aderezo o aliño a escoger, ¿quiere conocer algunos?
Cuenta la historia que el hombre prehistórico para saciar su apetito se alimentaba de raíces, frutos y hojas de árboles, hasta que diseñó armas con las que pudiera matar animales para comerlos, y se olvidó de sabores y beneficios del reino vegetal.
Sería hasta el auge del imperio romano que se retomó el gusto por las verduras crudas, las cuales eran aderezadas con una solución de agua y sal, y gracias a la cual los comensales se ayudaban a mejor digerir después de sus famosos grandes festines.
Ya en el siglo XVIII empezó a popularizarse en todo el mundo la costumbre de comer ensaladas, las que se preparaban en base a col, apio, espinacas y berros, entre otros vegetales, aderezados con aceite, vinagre, sal y pimienta.
En nuestros días prácticamente cualquier persona puede preparar ensaladas, el secreto está en saber combinar verduras frescas y llevar la imaginación más allá para utilizar la variedad de aderezos, también llamados aliños, que el mercado ofrece.
De complementos y más cosas la gama de productos con los que puede usted preparar un aderezo es infinita, piense usted simplemente en aceites, vinagres, hierbas aromáticas, especias, lácteos, frutos secos, purés, jarabes o esencias, entre otros. Ahora bien, si sabemos conjuntar los condimentos adecuados acentuaremos y enriqueceremos el sabor natural de los ingredientes del platillo.
En esta ocasión centraremos la atención en los aderezos más utilizados en la cocina internacional y con los que seguramente usted ha tenido contacto.
Aceites: Este fluido es una sustancia grasa vegetal que se extrae de frutos o semillas de diversa procedencia, siendo la más popular, por saludable, el de oliva, obtenido de la aceituna; su sabor es ligeramente picante y perfumado, por lo que es muy codiciado.
El clasificado como extra virgen se obtiene de las aceitunas de máxima calidad, por tanto, es el más indicado para consumir; tiene color amarillo verdoso y puede aromatizarse con hierbas (albahaca, por ejemplo) y especias (como tomillo) para complementar perfectamente casi cualquier ensalada; sirva como dato mencionar que es base de la popular dieta mediterránea.
El aceite de oliva ha comprobado científicamente que favorece el desalojo de bilis de la vesícula, con lo cual se da un mejor aprovechamiento a las grasas contenidas en nuestra alimentación. Su consumo regular tiene efecto reductor sobre los niveles de colesterol en sangre, generando con ello bajas probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares.
Otros aceites indicados para acompañar las ensaladas son los elaborados con nuez, almendras, pistache, cacahuate y avellana, entre otros, aunque la novedad en productos orientales es el de pimiento rojo.
Vinagres: Se obtienen de la fermentación de bebidas como vino o jerez; la gama de sabores se extiende desde el agrio hasta el suave y aromático. Su nombre procede del latín vinum acer (vino agrio), y del proceso químico para su producción se deriva el ácido acético por acción de microorganismos del grupo Acetobacter, y otros que contribuyen al aroma y sabor característico de cada tipo.
En términos generales el organismo agradece su consumo, ya que sus minerales y elementos residuales ayudan a los procesos de digestión y eliminación, son eficaces desintoxicantes y útiles agentes para purificar la sangre; asimismo, contribuye a devolver las sales minerales perdidas al aparato digestivo y colabora en la destrucción de bacterias, hongos e incluso parásitos intestinales. Igualmente, contrarresta los efectos de las dietas excedidas en azúcar y harina refinados que producen estreñimiento, obesidad y colesterol, y estabiliza los niveles de azúcar en la sangre, cuyas bajas son las responsables de ataques compulsivos de hambre; por otro lado, ofrece beneficios a la piel, pues actúa refrescando quemaduras superficiales y ligeras inflamaciones locales. A manera de consejo, si usted quiere incrementar los efectos benéficos indicados, tome un vaso de agua y una cucharada de vinagre antes de cada comida y de acostarse.
Los tipos más populares son:
De manzana. Considerado el más saludable e indicado para todas las ensaladas; su color es dorado y su sabor fuerte.
De vino blanco. Para combinarlo con platillos a base de pescado y en todas las ensaladas.
De vino tinto. De sabor suave, por lo que es ideal para cocinar carnes rojas y pescado.
De jerez. Se elabora con esa bebida, lo que le da ese sabor característico; acompaña muy bien lechugas y legumbres, además de carnes rojas.
De hierbas. A cualquiera de los tres primeros se pueden agregar especias al gusto, entre las que usted puede escoger eneldo, jengibre, pimienta y mostaza, entre otras.
Balsámico. Originario de Italia, se elabora en base a jugo de uva; es oscuro y ligeramente agridulce.
Blanco. También llamado destilado, pues se obtiene de ese proceso químico al que se somete el alcohol de caña; su sabor es muy fuerte e indicado para aderezar pescados.
Vinagreta. Se utiliza en todas las ensaladas, y para elaborarla generalmente se vierte sal y pimienta al gusto en una jarrita o en un frasco, se añade una porción de vinagre y se mezcla con lo anterior; una vez disuelto, se agrega aceite (tres veces más que la cantidad de vinagre empleado) y se mezcla hasta que emulsione, es decir, que pierda transparencia y espese ligeramente. Si el vinagre es balsámico o de jerez se recomienda reducir la cantidad, pues su sabor es fuerte.
Otros aliños
Francés. Añada a la vinagreta básica una cucharadita de azúcar o miel y una de mostaza. Perfecto para ensaladas de hoja.
Yogurt. Mezcle yogurt natural con aceite, vinagre y unas hojitas de menta. También puede prepararse con mitad de queso fresco y mitad de yogurt. Va muy bien con ensaladas de pepino, papas y ensaladas verdes en general.
Mayonesa. Ponga en la batidora un huevo, 200 mililitros de aceite, dos cucharadas de vinagre o jugo de limón, sal y una punta de mostaza. Se sirve tal cual o aromatizada con perejil, curry (especia originaria de la India, aromática y de sabor fuerte), salsas picantes o catsup, entre otros. Es adecuada para todo tipo de ensaladas, especialmente de zanahorias y col.
Cebollino. Vierta en la batidora cebollas pequeñas (tipo cambray) y perejil en partes iguales, junto con aceite, vinagre y lo que tome con la punta de tres dedos de azúcar. Apropiada para ensaladas de hojas, de papas y en las que intervengan mariscos o pescados frescos o ahumados.
Verde que te quiero verde
Aunque hablar de las bondades que traen a la salud verduras, vegetales, hortalizas y legumbres sería motivo de extenso reportaje para cada una, vale la pena mencionar de manera somera los aportes de algunas de ellas al emplearlas en ensaladas.
En términos generales se puede decir que en las verduras el contenido en grasa es menor a 1%, hidratos de carbono entre 2% y 7%, además de que todas aportan fibra, lo que colabora significativamente en una buena digestión. Asimismo, están contenidas (a excepción de la D y la B12, exclusivas de los alimentos de origen animal) prácticamente todas las vitaminas.
Si se quiere particularizar aun más, se puede decir que la zanahoria contiene betacarotenos (se convierten en vitamina A al ingresar al organismo), mientras que col y lechuga proporcionan ácido fólico. En cuanto a los minerales, lechuga, col y zanahoria aportan calcio y potasio, aunque poco hierro.
Cabe mencionar que la principal base de la ensalada es la lechuga en todas sus presentaciones, la cual contiene, según los nutriólogos, propiedades refrescantes y vitaminas A, B, C, además de pequeñas cantidades de la E.
La lechuga es oriunda de la India y se come desde tiempos muy antiguos; los hebreos, por ejemplo, la consumían por prescripción religiosa durante el tiempo de Pascua. También se creía que aumentaba la cantidad de leche en las mujeres lactantes, e incluso se recomendaba como calmante o para conciliar el sueño, gracias a las sales de magnesio que contiene que ayudan a regenerar las células nerviosas.
Bien, lo que sigue es un poco de imaginación para combinar colores, texturas y sabores hasta obtener la mejor ensalada junto al más exquisito aderezo; usted tiene la última palabra.