jueves, 6 de octubre de 2005

DOLOR DE ESPALDA

Está demostrado que en el riesgo de que aparezcan o se repitan episodios de dolor de espalda, influye:

a) La forma física general. Está demostrado que los sedentarios con una mala condición física tienen mayor riesgo de padecer dolor de espalda que quiénes realizan actividad física de manera regular,aunque ésta no esté específicamente dirigida a fortalecer la musculatura de la espalda.

b) El estado de la musculatura de la espalda. El dolor es más frecuente y prolongado en quiénes tienen una musculatura débil en la espalda y los abdominales. A la inversa, el ejercicio físico específico, adaptado a las características personales, también es eficaz para disminuir el riesgo de padecer dolores de espalda.

Además de poder ser eficaz para disminuir el riesgo de que aparezca, empeore o persista el dolor, el ejercicio también es útil como tratamiento y prevención.

¿SUDAR YO? SÍ, Y MUCHO

Si sudas mucho más de lo normal, pierdes más líquido, por eso tienes que procurar beber más agua y, si tu actividad se prolonga más de hora y media, aportar electrolitos con una bebida isotónica para evitar desequilibrios.


Curiosamente una persona que viva en un clima seco y vaya a una zona con calor y humedad no sudará más de un litro a la hora como máximo, pero su cuerpo se adaptará en mes y medio y podrá llegar a sudar el doble. O sea que podemos deducir que si sudas mucho es porque tu organismo se ha adaptado bien y te refrigera de la forma que necesitas.


Para sudar menos de lo que estás genéticamente predispuesto y ambientalmente adaptado a sudar, puedes usar productos antitranspirantes que disminuyen la cantidad de sudor que expulsas por la zona por la que los apliques, pero hay estudios (en muchos casos contradictorios) que no recomiendan su uso.


Como remedio natural puedes recurrir a infusiones de Salvia. La proporción
recomendada es una cucharada de planta seca por cada 200 ml de agua. Toma
el doble de esta cantidad por día.

EL PAN NO ENGORDA

Muchos creen que para adelgazar o para mantener un peso adecuado, el primer alimento que hay que eliminar es el pan, pero la realidad demuestra que si se consume en su justa medida, no engorda y ayuda a alimentarse de forma sana y equilibrada.

Cien gramos de buen pan artesanal aportan una media de 260 calorías, lo mismo que media bolsa de patatas fritas. Los kilos de más no dependen del consumo de pan sino, en la mayoría de los casos, del picoteo, de un excesivo consumo de grasas y del sedentarismo.

Eliminar el pan de la dieta es un error, insisten los expertos en nutrición, partidarios también de
aumentar su consumo hasta los 250 gramos diarios que recomienda la Organización Mundial de
la Salud. Una cantidad que está lejos todavía de los 157 gramos por persona y día que ingieren los españoles.