Os habréis percatado que cuanto más repetimos un movimiento mejor nos sale, o que si nunca habéis hecho un movimiento en particular es difícil de acogerlo a la primera, muy común en las clases de aeróbic, etc. Debido a que el cerebro a parte de tener que mandar información compleja sobre la dirección, potencia y que movimiento, tiene que ir al ritmo de la música e ir variando todo, ¡Cómo si no tuviera suficiente!, así que la próxima vez que os dé “corte” ir a una clase de aeróbic o lo que sea, pensároslo dos veces, cuanto antes vayáis, antes aprenderéis los movimientos.
Estos movimientos que generamos mentalmente pueden ser conscientes o inconscientes, nuestro cerebro los graba y los va perfeccionando, para que luego podamos hacer otra cosa al mismo tiempo, es cuestión de entrenar el cuerpo, como conducir un coche, al principio la mayoría de las personas tienen que enumerar y recordar las operaciones necesarias, (Uno, punto muerto, dos, arranca el coche, etc...), pero al cabo de unos meses de práctica las maniobras se vuelven automáticas y así podemos prestar atención a la carretera, hablar con el acompañante, etc., lo cual parecía imposible al principio. Una vez fijados estos esquemas motores se hacen sumamente estables en la memoria y casi siempre son recuperables a la larga aunque no los utilicemos durante un tiempo. Estos esquemas motores son los que nos mantienen de pie y erguidos por medio de los músculos, los músculos cuanto más trabajan más tonificados y grandes son, hasta cierto punto por supuesto, por eso los músculos posturales son mayores, espalda, pecho, piernas, y os daréis cuenta de que las piernas son más grandes que los brazos porque las utilizamos constantemente. ¿Habéis pensado que si anduviésemos haciendo el pino sería al revés?!!!.